La actriz y cantante, contó en varios medios, cómo se reparten con el músico los cuidados y la educación de su hijo.
Natalia Oreiro vive un momento de plenitud tanto en el ámbito profesional como en el familiar. Todavía con los efectos del documental Nasha Natasha, que muestra su magnitud de estrella ante el público ruso, la actriz y cantante continúa su carrera con proyectos bien variados y desafiantes. Acaba de presentar una colaboración con Bajofondo, aguarda por el estreno de Las Rojas y se prepara para encarnar a Eva Perón.
Mientras tanto, su relación con Ricardo Mollo esta por cumplir veinte años, es un canto a la felicidad y a la sencillez. Conoció al líder de Divididos en una clase de yoga, y fruto de ese amor nació Merlín Atahualpa, que en enero cumplió nueve años y a quien no dudó en definir como un “niño feminista”.
Durante una nota con la conductora Catalina Dlugi hizo referencia a un fragmento del documental en el que se ve como Ricardo acompaña a Natalia durante una gira con Rusia. “Me emocionó esa manera de compartir la maternidad/paternidad”, señaló la periodista, lo que le dio el pie a la uruguaya para explayarse en la relación con su marido y en la crianza de su hijo, que en enero cumplió nueve años.
“Está bueno hablar de esto porque lo común debería ser que un compañero se haga cargo a la par. A mí me conmueve como hombre más allá de eso, pero luego, cuando nos convertimos en padres, fue un regalo maravilloso incluso para él, porque también le corresponde”, afirmó la intérprete de “Tu veneno”. En el mismo sentido, contó cómo ve su hijo esta situación: “Es un espacio compartido que nos permitirnos atravesarlo, explicó.
“Es precioso eso, porque va a ser un hombre que no va a tener que deconstruirse”, apuntó la conductora. “Mi hijo es un niño feminista”, contestó Oreiro y contó una anécdota a modo de ejemplo: “cuando era chiquito y se golpeaba, no decía ‘¡Mamaaa!’, decía ‘¡Mamá papá!’ ¡Mamá papá!’, como llamando a uno solo”, relató la actriz, que dio más detalles de aquellos primeros años del pequeño: “Yo empecé a trabajar a los seis meses del nacimiento de Ata”, “Hice Wakolda, fuimos los tres al Sur; después nos fuimos los tres a Colombia a filmar Lynch, y ahí estaba Ricardo a canguro de Ata trayéndolo al set para que le diera la teta. Eso cambió nuestra relación y para Ata es lo normal”, agregó.
Tanto Natalia como Ricardo son muy cuidadosos de mostrar a su hijo en las redes sociales, un universo en el que incursionaron hace poco tiempo. En enero pasado, con motivo del cumpleaños número 9 del niño, la actriz le dedicó unas palabras en su cuenta de Instagram: “Tu dulzura, sensibilidad, humor y compañerismo me emocionan. Me enseñás a disfrutar de lo simple, de lo verdadero, del vientito en la cara”, escribió junto a unas imágenes de su hijo en diferentes momentos de su vida, y cuidando al máximo su aspecto.
Previamente, había sorprendido con un video retro en el que Merlín Atahualpa todavía está en su panza. “¡¡Hoy es viernes y tu cuerpo lo sabe!! Ata estaba en mi vientre de nueve meses y quería bailar”, escribió la actriz en castellano y en ruso, como suele hacerlo en todos sus posteos para contentar a sus fans del otro lado del mundo. En el clip se la ve danzando al compás de “Con la misma moneda”, el hit de Karina La Princesita.
El pasado 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la actriz utilizó sus redes sociales para difundir un mensaje en contra de la violencia de género. “Feliz día será cuando no falte ninguna”, escribió como pie a una canción en la que la acompaña Mollo en la guitarra. Juntos interpretaron “Canción sin miedo”, de la artista mexicana Vivir Quintana, cuya letra se ha convertido en un verdadero himno del feminismo.
Se vendrá el 2do? y seguro sera una nueva bendición.
parte de la nota de Infoshow – Infobae