Ahí van , solo algunos pocos de los barcos amarillos , a la pesca, que hoy es solo de subsistencia
Los que fueron casi 200 que eran iconos de Mar del plata, redujeron la flota a un poco menos de una docena, que se niegan a claudicar, porque sus padres y sus abuelos eran esos pescadores italianos, llenos de sueños y esperanzas, que hicieron grande la postal inequívoca de nuestro puerto.
Desilusionados, abatidos por la pesca irrestricta de enormes barcos que se llevan el mayor tesoro de nuestras costas, abandonaron sus lanchas, que hoy son rezago en la banquina.
Algunos tuvieron la idea de reconvertir su trabajo, convirtiendo las embarcaciones en paseos de turismo. Sin éxito alguno.
Ningún gobierno, actual o pasado, tuvo en cuenta tanto esfuerzo, tantas vidas dedicadas al noble ejercicio de la pesca.
Hoy, al ver navegar alguna en nuestra costa, mi corazón se estruja de pena.
En que momento dejamos de ser uno de los mayores puertos pesqueros del país?
Tengo todavía la ilusión de verlos partir, cada vez que sale el sol. Las manos toscas y prestas a la red, las pieles curtidas por la sal del viento del mar, las gaviotas volando a su alrededor.
A ellos, mi respeto y esperanza!
Somos lo que hacemos! pescadores del mar!!!!
Por Viviana Palarich
Foto: Viviana Palarich