La ciudad bonaerense de General Madariaga cuenta desde ahora con una escultura del General Martín Miguel de Güemes, donada por el Pueblo y el Gobierno de Salta. La obra quedó emplazada en la intersección de las calles Catamarca y Ruta 37, uno de los nuevos accesos a la localidad.
La entrega oficial se concretó previamente en Salta con la participación del ministro de Gobierno, Ricardo Villada, y del director general de Aportes Institucionales, Alberto Barros, quienes destacaron la importancia del homenaje. Durante el acto en Madariaga, Barros expresó que “es un verdadero honor entregar en nombre de nuestro pueblo esta escultura de nuestro Héroe Nacional. A Salta y al pueblo bonaerense nos une no sólo nuestra argentinidad, sino también el respeto, el reconocimiento y el entrañable cariño que tenemos con don Martín Miguel de Güemes”.
En el marco de la ceremonia, se destacó la presencia como invitada especial de la Sra. Rosita Loza, reconocida tradicionalista y organizadora de la mayoría de los eventos culturales de General Madariaga.
A Rosita Loza la recibieron especialmente el intendente de Madariaga, Esteban Santoro, y representantes del Gobierno de Salta, en un gesto de reconocimiento a su incansable labor por la tradición. Fue un momento profundamente emotivo para ella y para todos los asistentes.
La Escuela de Bellas Artes presentó la estampa de los históricos Infernales de Güemes, lo que generó gran emoción entre los presentes.
Por su parte, el intendente Santoro agradeció al gobernador salteño Gustavo Sáenz, al ministro Villada y a sus equipos por “hacer realidad este sueño de tener la figura de Güemes para engalanar uno de los paseos más importantes de nuestra ciudad”. Asimismo, asumió junto a los gauchos locales el compromiso de honrar su memoria cada 17 de junio, fecha en la que se recuerda la muerte del prócer salteño.
Recordamos que Rosita Loza fue organizadora de muchos eventos culturales en la ciudad, junto a las agrupaciones folklóricas, que lucian trajes confeccionados en gran parte por sus propias manos, otorgando un marco de autenticidad y orgullo cultural a los actos.